INSTRUCCION DE CARRETERAS DE 1939
Artículo 9.º- Desvanecimientos de peraltes y Sobreanchos.-

Para desvanecer los peraltes cuando las curvas (de radio superior a 200 metros) no requieren sobreanchos, se hará totalmente en las rectas con una pendiente sobre la rasante de la carretera que esté comprendida entré 1,5 y 2,5 por 100, procurándose qué, dentro de estos limites, sea lo mas reducida posible.

Cuando las curvas son de radio inferior a 200 metros necesitan sobreancho.

A los sobreanchos calculados se agrega una quinta parte y se obtienen así, según los radios, las siguientes magnitudes:

 Radios CAMINOS
Nacionales Comarcales y Locales
10 5,36 3,57
20 3,02 1,81
30 2,12 1,41
45 1,88 0,93
60 1,04 0,69
100 0,65 0,43
200 0,32 0,21

 

Este sobreancho se agregará a la curva de la arista interior de la explanación de la carretera.

Para unir la curva resultante con la alineación recta, se observa que estos sobreanchos tomados como flechas en un circulo nos dan una longitud de cuerda que vale en los diversos casos:

 Radios CAMINOS
Nacionales Comarcales y Locales
10 16,23 15,30
20 21,20 16,60
30 22,00 18,29
45 21,30 18,30
60 22,40 18,25
100 22,60 18,30
200 22,70 18,30

 

Que, como se ve, difieren poco unos de otros los de cada serie, apartándose en las carreteras nacionales los de las curvas de 10 metros, que no tendrán aplicación; sin que, por otra parte, en las locales exista inconveniente en admitir el sobreancho resultante de tomar una cuerda mayor, porque todo será necesario.

Por eso, se puede simplificar y fijar los sobreanchos tomando 22 metros para valor de la cuerda en las carreteras nacionales, cualquiera que sea el radio de la curva y 18 metros en las comarcales y locales.

En definitiva: la progresiva de la arista interior de la carretera será la envolvente de los segmentos de recta cuyo valor ya se ha fijado en 22 y 18 metros respectivamente, y que se moverán desde la posición inicial coincidente con las alineaciones rectas a contar de los de tangencia a los sucesivos que se obtienen apoyándose en puntos de la arista interior separados a iguales distancias, estando uno de los extremos de segmento en la recta, y el otro, en la parte curva donde alcance. Cuando el primer extremo del segmento acabe, la recta seguirá apoyándose en la curva. De esta forma se obtiene una progresiva que sustituye a parte de la recta y de la curva circular, y cuyo radio de curvatura va aumentando a partir del radio circular de la curva indefinidamente, hasta alcanzar un valor muy grande en las proximidades del punto de tangencia con la alineación recta.

Matemáticamente, la ley de la envolvente resulta muy complicada, y difícil de determinar la del crecimiento del radio de curvatura; pero en la práctica, el procedimiento de replanteo es muy sencillo, y la forma de la progresión, como se aprecia en los dibujos que, a titulo de ejemplo, se acompañan (véase Anejo núm, 1) (no incorporado a estas páginas) , resulta semejante a la parábola cúbica.

Para evitar los espacios perdidos para la circulación en la curva formada por la arista exterior de la carretera, se hará otra progresiva más reducida partiendo de un sobreancho igual a un quinto del calculado como necesario en la curva, y estimando para estas magnitudes, consideradas como flechas de un circulo, las cuerdas respectivas, se obtienen los siguientes resultados:

 Radios CAMINOS
Nacionales Comarcales y Locales
Sobreanchos Cuerdas Sobreanchos Cuerdas
10 0,794 7,80 0,596 6,78
20 0,504 9,00 0,336 7,29
30 0,354 8,90 0,236 7,32
45 0,214 8,80 0,156 7,42
60 0,174 8,85 0,116 7,32
100 0,108 9,15 0,072 7,21
200 0,054 9,60 0,036 7,00

 

Por simplificar el método, se tomará 8,50 metros como valor de la cuerda que ha de servir en el desvanecimiento de la curva en los caminos nacionales y 7 metros en los comarcales y locales, fijando éstos valores por defecto para no estrechar la carretera.

Obsérvese que al fijar el desvanecimiento de la arista interior, los sobreanchos se aumentaron en un quinto, que es el valor adoptado para la curva de la arista exterior con el fin de reducir la carretera.

En secciones de estas carreteras que dispongan de más circulaciones, el sobreancho aumentará, y será necesario calcular de un modo análogo la cuerda base de desvanecimiento para efectuar los enlaces.

La superficie de la carretera en las curvas y trozos de desvanecimiento estará engendrada por una recta que se apoye sobre las rectas y curvas, formadas como ya se ha dicho, y además, en la vertical que pasa por el centro de las curvas circulares.

Los peraltes, en las curvas con sobreancho, se desvanecerán uniformemente en la parte correspondiente a los tramos de desvanecimiento, y si éstos no admitiesen la pendiente antes fijada, se tomará para ello la parte de alineación recta que sea necesaria.

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