![]() |
9 de noviembre de 2006
De vez en cuando recibimos correos que se interesan por conocer que es esto de Carreteros.org por lo que vamos a intentar aclararlo ya que hace más de cinco años que no cambiamos la presentación.
Carreteros.org tiene una vida exclusivamente virtual, no es mas que la maraña de páginas que ve. Detrás no hay nada, no hay organización alguna ni nada que se le parezca, únicamente un "pobre compañero joven" (único título que con todo merecimiento hemos recibido realizando estas páginas), absolutamente "des-organizado" que cuando puede, actualiza las páginas, (y como dice nuestra siempre encantadora "esposita": ¡Encima, nos cuesta dinero!). Eso es todo. Poca cosa. Casi nada.
Carreteros.org es una ilusión, nació como tal y así continua, va para diez años que empezamos este proyecto y en ese tiempo nos hemos hecho muy mayores, empezamos las páginas "solteritos sin compromiso" y al día de hoy estamos "requetecasados" con dos princesitas que nos dan, y nos quitan, la vida. Es decir, empezamos estás páginas cuando no teníamos nada mejor que hacer (aburridos que siempre hemos sido) y hoy las continuamos, a duras penas, cuando con las dos princesitas siempre tenemos algo mejor que hacer...perdonénsenos, pues, los errores, las tardanzas en actualizar, la no contestación de correos, el olvido de alguna disposición y demás maldades que con toda razón se nos puedan achacar... (si pudiéramos mostrar la cara de nuestra "esposita" cuando nos sentamos delante del ordenador, entenderían el heroísmo que supone mantener en pie estas páginas).
Carreteros.org son unas páginas con vocación marginal (nadie nos ha ayudado a crearlas, nadie nos ha ayudado a mantenerlas y esperamos que nadie nos ayude a cerrarlas), nos situamos voluntariamente al margen, en el arcén, de la ingeniería civil actual, visto lo visto, lo mejor es alejarse de la "senda triunfal" por la que marcha nuestra actual ingeniería (que ojalá fuera la del tres por ciento). Cuando el mayor logro de una ingeniería que hace tiempo perdió el sentido común, es colocar, en el libro "guinnes" de los records, junto al más rápido bebedor de cerveza o al mayor comedor de salchichas, el diámetro de una tuneladora, es difícil, parafraseando a "Eddie Féretro" (Tibor Fischer, "filosofia a mano armada"), vencer la tentación de entrar en unas pompas funebres y darse por vencido...
Nuestros comentarios a veces molestan, lo sentimos, disculpas, pero mientras todo lo que leamos nos hable de una ingeniería civil maravillosa y ficticia que no hemos encontrado por ningún lado, nosotros seguiremos desahogándonos de vez en cuando en esta esquina de Internet.
Desde que salimos de nuestra querida escuela de Madrid hemos buscado una luz que nos guíe, opiniones sabias, veraces, y fundamentalmente, independientes, que desde su mayor experiencia nos iluminaran, pero salvo breves destellos, nada de nada, los otrora maestros están muy ocupados haciendo informes defendiendo lo indefendible. Los que nos enseñaron, o nos debieron enseñar lo que sabemos, están hoy justificando, a tanto la línea, lo opuesto a sus enseñanzas...(bendita libertad de cátedra)...
Algunos no pueden entender que mantengamos estás páginas sin obtener "nada" a cambio, son los que nunca moverán un dedo sin antes saber lo que le va a reportar tal movimiento, a esos, no vamos a intentar explicarles lo que nunca entenderán, únicamente decirles que nosotros hacemos cosas mucho más inexplicables...(veinticinco años de socios del atleti lo atestiguan...)
Para finalizar, como siempre, agradecer los impagables correos de agradecimiento que recibimos, son nuestra única gasolina (aunque, todo hay que decirlo, preferiríamos los besos de tornillo a los que nos referimos hace tiempo), ellos nos hacen sentir que "todo esto" sirve para algo...por ellos seguimos.
Todo ésto, va por ellos.
![]() |
"A lo mejor ahora que
han muerto los dioses y los héroes con mayúscula, la salvación está
en el heroísmo con minúscula. En el peón de ajedrez olvidado en un
rincón del tablero que mira alrededor y ve al rey corrupto, a la
reina hecha una zorra , al caballo de cartón y a la torre inmóvil,
haciendo dinero. Pero el peón está allí de pie, en su frágil
casilla. Y esa casilla se convierte de pronto en una razón para
luchar, en una trinchera para resistir y abrigarse del frío que hace
afuera. Ésta es mi casilla, aquí estoy, aquí lucho. Aquí muero. Las
armas dependen de cada uno. Amigos fieles, una mujer a la que amas,
un sueño personal, una causa, un libro. Cómo reconforta, colega,
mirar a un lado y ver en otra casilla a otro peón tan solo y
asqueado como tú, pero que se mantiene erguido" (OYE CHAVAL. Arturo PEREZ-REVERTE) |