2. DEFINICIÓN Y FUNCIÓN

Las BSLF han de ser consideradas como balizamiento de la carretera, pues ayudan a guiar la conducción de los usuarios y refuerzan el mensaje transmitido por las marcas viales longitudinales que delimitan el borde de los carriles o de la calzada. Consisten en un conjunto alineado de hendiduras ejecutadas mediante fresado en el pavimento de la carretera, dando lugar a resaltes negativos (es decir, se generan hendiduras a cota inferior que la del pavimento). Estas bandas pueden disponerse, dependiendo del efecto buscado y de los movimientos que advertir, en el eje de separación de sentidos, en los bordes de la calzada o en ambos.

Cuando las ruedas de un vehículo pisan estas bandas, el conductor percibirá unos efectos acústicos y mecánicos que actuarán como advertencia de que está superando el límite del carril por el que circula o el límite de la calzada, de modo que si ha sido como consecuencia de un desvío involuntario de su trayectoria, servirá para que el conductor corrija la dirección de su vehículo.

Existen otros tipos de bandas sonoras, que difieren de BSLF en su modo de ejecución: pueden ser realizadas sobre la propia marca vial a base de pintura o con otros materiales, creando un resalto positivo (quedando a cota superior que la del pavimento). Este tipo de bandas sonoras presentan el inconveniente de su conservación en zonas en las que se desarrollan con frecuencia labores de vialidad invernal, además de que el efecto sonoro percibido por los vehículos pesados es considerablemente menor.

Si bien todas las bandas sonoras tienen el mismo fin, que es, entre otros, crear efectos sonoros y mecánicos en el interior del vehículo que circula sobre ellas, esta orden circular se centra en las bandas sonoras longitudinales fresadas.