Con la servilleta vale.

(12 de  noviembre de 2007)

El 4 de marzo de 2003 el entonces candidato, Alberto Ruiz Gallardón, presentó "eso de la M-30"1, una serie heterogénea de actuaciones que se comprometía a realizar si era elegido Alcalde de Madrid. Al día siguiente todos los periódicos de Madrid informaron ampliamente de las actuaciones prometidas por el entonces candidato.

1 Tomado del correo de M.M.M. de 5-3-05 (no se nos puede ocurrir mejor forma de denominar al conjunto heterogéneo de actuaciones a las que nos referiremos en este apartado de la locura de la M-30 que denominarlas "eso de la M-30").

 

Dicho día los periódicos El País y El Mundo incluyeron en sus ediciones los siguientes dibujos donde figuraban las actuaciones prometidas (pulse sobre las siguientes imágenes para ampliarlas):

 

En el dibujo de El País figuraban 21 actuaciones y se decía que su fuente era la "Candidatura a la Alcaldía de Madrid de Alberto Ruiz Gallardón", en el de El Mundo figuraban únicamente 19 actuaciones y su fuente era el Partido Popular. La diferencia en el número de actuaciones no debe extrañar, en los últimos cinco minutos a alguien se le debió ocurrir pintar dos rayas mas en la servilleta (una sobre la N-V y otra sobre lo que iba a ser la futura "Casa de Campo Norte").

Nosotros siempre hemos tenido el convencimiento de que cuando se presentaron dichas actuaciones no tenían más sustento que la servilleta donde se debieron parir y que el tiempo dedicado para concebirlas no debió superar el de una larga sobremesa. Hoy, vistas las actuaciones ya ejecutadas, estamos convencidos de ello... se prometió un by-pass oeste que pronto desapareció, nada se decía de enterrar la M-30 en la zona de nuestro querido Vicente Calderón (únicamente se habló de cinco pasarelas hoy olvidadas), en el enlace con la A-3 nunca se habló de hacer el túnel A-3/M-30 sur en sustitución del puente de la Lira, la actuación de embajadores consistía únicamente en la construcción de un puente de mayor capacidad que el actual,  nadie habló de remodelar las calzadas entre Manoteras y el nudo sur, se habló de unas plataformas para el transporte público también desaparecidas, el by-pass sur se iniciaba en el enlace con la carretera de Toledo, nadie habló de incrementar a tres los carriles en la zona oeste de la M-30, etc, etc, etc...

En el siguiente enlace figura el desglose de las distintas actuaciones prometidas. Eso fue lo que se prometió, ni más ni menos. Ahora se cuenta (labor de enterradores) cuando se han gastado tropecientas veces lo prometido, que las actuaciones tenían por objeto la mejora de la seguridad vial, falso (léanse los periódicos del 05-03-03, o si se quiere, las memorias de cualquiera de los proyectos redactados), se habla de que se prometió un parque lineal de seis kilómetros en el Manzanares, falso también, se habla de que se ha perseguido dotar a la autovía de tres carriles en todo su recorrido, falso también, se habla de la mejora del ruido, falso, de que esta es una actuación imprescindible para la futura actuación del eje Prado-Recoletos... falso, falso, falso. Labor de enterradores...

Estudios previos...

No hubo ni un solo estudio previo a la realización de las obras, nada de nada, ni de tráfico, ni de accidentalidad, ni de ná de ná... (¿qué tenía en la cabeza el que pintó la servilleta, además de querer meter tuneladoras a toda costa?). Los estudios encargados y/o realizados por el Ayuntamiento de Madrid para justificar sus actuaciones fueron contratados con las proyectos ya redactados (y sometidos a información pública).

Bastaría para confirmar lo anterior leer las dos siguientes noticias publicadas en EL PAIS de los días 26-04-01 y 05-02-03 (un mes antes de la presentación de la servilleta) en la que se pone de manifiesto que el equipo de gobierno de José María Álvarez del Manzano (Alcalde anterior a Ruiz Gallardón y de su mismo partido) cifraba en 84 millones de € (catorce mil millones de pesetas) el coste de entregar la M-30 "con absoluta garantía en todo su recorrido". Entre las actuaciones que se decía debían realizarse  no se encuentra ninguna de las que un mes después el nuevo candidato Alcalde, y más tarde su "troupe" de enterradores, nos venderán como absolutamente imprescindibles... en ellos debió pensar Forges al realizar la siguiente maravillosa viñeta:

Concluyendo...

La actuación de mayor coste de toda la ingeniería civil española, se fragua, sin estudio previo alguno, es decir, "se inventa", en los cuartos oscuros de los partidos políticos, donde no entra la luz, ni la técnica, ni el sentido común, y mucho menos, el interés general...y todavía muchos no entienden que critiquemos tal desvergüenza (en la neoingenieria con la servilleta vale...).

Por cierto, al día de hoy se desconoce por completo la identidad del "genio" que pintó la servilleta... (encima, modesto)...

En fin, que hemos pasado de la fuente a "eso de la M-30"...

"Mientras que las aspiraciones del empirismo aplicado a las obras públicas se limitaron a la erección, sin otro plan ni estudio que la inspiración de algún alcalde ganoso de fama póstuma a su administración, de alguna fuente en su lugar, o de otra obra de igual magnitud, y cuyo buen o mal éxito redundaba en pro o en contra de un muy limitado circulo de personas, pudo considerarse semejantes extravíos, si lamentables siempre, de ninguna o muy pequeña consecuencia para el bien general" (Francisco Milla. Proyectos empíricos y facultativos publicado en la Revista de Obras Públicas en 1853).

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