La locura de la M-30

 

Apartado realizado por un pobre (cada vez más) compañero joven (cada vez menos) ...(recordatorio)

 

(última modificación el 19-1-06)

La "M-30" (autovía de circunvalación de Madrid) es "nuestra" carretera, junto a ella crecimos y junto a ella vivimos, por eso cuanto esta legislatura el Ayuntamiento de Madrid (su Alcalde) ha decidido acometer una serie de obras en la misma por un importe que no tiene parangón en la ingeniería civil española no hemos podido resistirnos a abrir este apartado.

Las obras proyectadas han sido concebidas (sin planificación ni estudio previo alguno1) por "unas mentes geniales" ("ganosas de fama póstuma"2).

1. Con posterioridad al diseño de dichas actuaciones si están apareciendo multitud de estudios (altruistas todos) que hablan y no paran de las maravillas que reportarán a los madrileños las actuaciones proyectadas.

2. "Mientras que las aspiraciones del empirismo aplicado a las obras públicas se limitaron a la erección, sin otro plan ni estudio que la inspiración de algún alcalde ganoso de fama póstuma a su administración, de alguna fuente en su lugar, o de otra obra de igual magnitud, y cuyo buen o mal éxito redundaba en pro o en contra de un muy limitado circulo de personas, pudo considerarse semejantes extravíos, si lamentables siempre, de ninguna o muy pequeña consecuencia para el bien general" (Francisco Milla. Proyectos empíricos y facultativos publicado en la Revista de Obras Públicas en 1853).

En este apartado pretendemos analizar todo lo relacionado con la "M-30 y sus obras", en una primera fase vamos a ir "colgando cosas" sin mucho orden ni concierto, posteriormente cuando el apartado tenga bastantes más contenidos procederemos a "ordenarlo" y sacar conclusiones (probablemente ninguna buena y es que a nosotros esta "neoingeniería" no nos acaba de convencer).

 

 

 "(...) después de lo poco que hemos expuesto, solo añadiremos para concluir, que si de buena fe se desea la prosperidad y bien estar de esta tan calumniada y noble nación; si verla ocupar su antiguo envidiado puesto en Europa se ambiciona; y no queremos ser el ludibrio de los pueblos cultos, acométanse en buena hora empresas colosales; pero acométanse proporcionalmente a nuestras fuerzas, y puesto que el remedio de tanto mal está en nuestra mano, y nos es conocido, apliquémosle con valor, dignamente, y no corramos desalentados tras de específicos y maravillas, que no nos salvan, y nos aniquilan y degradan. "

(Francisco Milla. Proyectos empíricos y facultativos publicado en la Revista de Obras Públicas en 1853).

 

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